viernes, 18 de septiembre de 2015

Solución para el síndrome posvacacional, cambia los muebles


El temido regreso a la vida diaria después de unas merecidas vacaciones no siempre es estimulante y lleno de energía. La sensación de rutina se apodera de nosotros y de ahí al hastío hay un paso.

Vencer el síndrome del reencuentro con la realidad con buenos propósitos es una opción, tratar de que al regresar a casa tras el trabajo las paredes no parezcan pequeñas y tengamos la sensación de que mejor estar fuera que dentro puede combatirse con pequeños trucos.

El llamado síndrome posvacacional tiene solución modificando nuestro decorado diario.

CUESTIÓN DE COLORES
Hay que vestir nuestro hogar con “colores cálidos, neutros y añadirle una buena decoración” se convierte en un elemento clave que consigue que “el buen tiempo” siga instalado en los complementos que nos rodean, no hay porqué rodearse de colores “tristes y apagados”.

LUCES Y SOMBRAS
Añadir luz a raudales en cada estancia es vital, por eso una decoración dominada por tonos blancos que reflejen la luz de lámparas en suspensión o de pie queda tan bien.

Otro de los clásicos de sus propuestas es implementar la decoración con elementos que aporten relax, calma, que permitan evadirnos y no pensar. El estilo escandinavo es la apuesta definitiva para lograrlo, una forma de tener la atmósfera del verano, “Los acabados en madera y los tonos neutros favorecen un ambiente relajado”, una apuesta por lo nórdico, buscando ambientes relajados, en tonos claros, en los que los aparadores de madera se mezclan con lo rústico, vidrio y mimbre.

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